El 15 de agosto, festividad de la Asunción de Nuestra Señora, repican las campanas llamando a los romeros para que acudan a honrar a la Virgen del Camino a su ermita, ornamentada con las flores de la ofrenda de la tarde anterior. A mediodía, los asistentes acuden a la celebracián eucarística y al finalizar tiene lugar una subasta de roscos. La Virgen no sale en procesión, pero por la tarde los romeros la venerarán en su camarín. Durante los días previos se celebra la tradicional novena que concluye ese mismo día por la tarde.