Desde hace ya más de 20 años, muchos vecinos del pueblo, emprenden el primer sábado del mes de julio una jornada a pie o a caballo, para llegar a la ermita de Nuestra Señora de los Lomos de Orios, en Villoslada de Cameros (La Rioja).

Se sale a las 6 de la mañana desde la ermita de La Virgen del Campo, para desde allí , subir por la Tejera hacia Bocalprao, donde se coge el camino que lleva a la Virgen. Allí en Bocalparo hay una ornacina con la Virgen de los Lomos de Orios y con unas palabras de ánimo a los peregrinos.

Es una jornada dura, no sólo por las horas de camino que se acumulan a la espalda, sino también por el desnivel del terreno que no deja de subir y bajar en todo el camino. Una vez que llegan a la ermita, los peregrinos descansan y entran a rezar y dar gracias a la Virgen por haber superado esa prueba. Después les espera una comida que les haga reponer fuerzas, para posteriormente disfrutar de una merecida siesta.

El pueblo de Villoslada celebra ese fin de semana fiesta, por lo que la noche se ameniza con orquesta y fiesta hasta altas horas de la madrugada, y al día siguiente domingo, sobre las doce del mediodía se celebra la misa en honor a la Virgen. Después de la misa se reparte lo que se llama «la tajada»: un trozo de carne y un bollo de pan, a cada persona. A ella acuden ese día personas de toda índole y condición, desde lugares cercanos y remotos, y no faltan los tenderos y comerciantes, que tratan de hacer su agosto.