Se celebra el 5 de febrero. Ese día las mujeres se visten de serranas y ostentan el mando del pueblo.
Siguiendo con la tradición establecida a través de los años, las mujeres son las protagonistas, llegando incluso a nombrar su propia alcaldesa.
El alcalde de la localidad hace entrega del bastón de mando e impone la banda de honor a la nueva alcaldesa que, por un día y de manera testimonial, regirá los destinos del pueblo.