La rondalla de Duruelo de la Sierra es una de las pocas rondas populares que se mantienen vivas en toda la provincia y recibió el Premio Colodra de la Diputación de Soria en 2019. Cada Martes de Carnaval, los mozos recorren las calles vigilados por ‘Mayorales’ y ‘Motriles’ para que ninguno se escape del recorrido, amenizado en todo momento por coplas populares.
La rondalla está compuesta por unas 20 personas de diferentes edades, desde dos jóvenes de 14 años que se acaban de incorporar al octogenario Ernesto Pascual padre. Hay cuatro bandurrias, seis laúdes, cuatro guitarras y los cantantes, siendo la voz principal (se dice que la Ronda está asociada a su voz) y el creador de muchas coplas Ernesto Pascual.
Una de las fiestas carnavalescas más peculiares de la provincia en Duruelo de la Sierra donde, como cada martes de Carnaval, se celebra un ritual que cuenta con muchos años de historia y que, en cada edición, reúne a varios centenares de mozos de la localidad en torno a la ronda popular: una tradición en la que se recorren las calles del pueblo entonando singulares coplas, mientras los mozos deben evitar el ‘castigo’ de los mayorales y motriles, siempre preparados para dar un varazo o cintazo a quienes se quieran escapar de la ronda durante cualquier instante del recorrido.
Los mayorales son dos jóvenes de 28 años, elegidos cada año por sus antecesores, y son los que tienen en su haber la responsabilidad de organizar esta fiesta y otras más durante el año como Los Mayos o la comida de Santa Marina en julio. Este año, Javier Martín y Carlos Abanades son los encargados de esta función y ayer, en su estreno, supieron conseguir el orden entre los mozos. “Llevamos varas de avellano y si alguno se sale de la ronda tenemos que poner orden. Los motriles son los quintos de 18 años y son los que nos ayudan. Ellos llevan cintos y también los usan si algún mozo se sale o se porta mal”, señalaron Martín y Abanades.
Una vez concluida la ronda, los mozos se juntan para comer en el salón del ayuntamiento con un menú que cada año es el mismo y que consta del tradicional Ajo Carretero, con sus sopas, y de cordero asado de segundo. Por su parte, las mozas se juntaron en uno de los restaurantes de la localidad y es entrada la tarde cuando todos los durolenses se unen en el salón para disfrutar del baile con orquesta que culmina con concurso de disfraces.